Y tras las cláusulas suelo, llega la gran batalla de las hipotecas multidivisa
Se estima que entre 70.000 y 100.000 personas firmaron una hipoteca multidivisa, el próximo gran frente judicial al que se enfrenta la banca por sus productos hipotecarios
Por Pieltain Abogados | Mar 7, 2019
La sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) de ayer sobre las cláusulas suelo ha supuesto un auténtico varapalo para la banca, cifrado en 4.000 millones de euros, y un Gordo anticipado para los más de dos millones de afectados que, se estima, podían tener esta abusiva disposición en su hipoteca.
Pero los frentes judiciales a los que se enfrentan las entidades financieras por la comercialización de algunos productos van mucho más allá de esta sentencia y alcanzan a Clips, IRPH, Valores Santander, convertibles, hipoteca Tranquilidad… Aunque, por encima de todos ellos, destaca uno: las hipotecas multidivisa.
Se estima que hay entre 70.000 y 100.000 afectados por este productos que el Tribunal Supremo, en una sentencia de junio de 2015, califica como un producto financiero derivado, lo que significa que es «un producto complejo, de riesgo y difícil de entender». Quien hace esta afirmación es Ramón Pieltain, el abogado que logró este histórico fallo, que ha marcado un antes y un después en los procesos que se están siguiendo en los tribunales.
«Antes de esta sentencia, los tribunales estaban dándonos la razón en el 60% de los casos. Ahora, al menos en nuestro despacho, estamos ganando más del 90% de los pleitos, porque todos los juzgados están siguiendo la doctrina del Supremo», explica José Baltasar Plaza Frías, socio director del Bufete Rosales, que representa a cerca de 2.000 afectados.
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Según estimaciones de la asociación de afectados por la hipoteca multidivisa Plataforma 26 E, fue entre 2007 y 2008, justo al inicio de la crisis financiera y del estallido de la burbuja inmobiliaria, cuando se comercializó masivamente este producto, con el mensaje de que permitía pagar unas cuotas menores, gracias a los menores tipos de interés de otras divisas. Lo que no se decía tan claramente es que este tipo de créditos están ligados a monedas diferentes al euro, generalmente al yen y al franco suizo, y por tanto son muy sensibles a la evolución de la divisa europea frente a la extranjera a la que se haya referenciado.
Producto financiero derivado
Este riesgo es uno de los motivos de fondo que explican que el Supremo las haya considerado un producto financiero derivado y, como tal, sometido a la Ley del Mercado de Valores y a la Mifid, normativa europea de protección del consumidor de productos de inversión, que busca garantizar que quienes sellan estos contratos, tengan los conocimientos suficientes como para entender lo que están firmando.
«El único resquicio que deja el Supremo a los bancos es demostrar que el cliente que contrató el producto tiene un perfil de experto. ¿Quién es un experto? Para el Supremo, por ejemplo, los abogados lo son, pero ya hay un fallo del TJUE que considera que un abogado es como cualquier otro consumidor», explica Pieltatin.
El alcance de este pronunciamiento de Europa es muy inferior a la sentencia de las cláusulas suelo de ayer, porque en el caso de las hipotecas multidivisa todavía no ha llegado una cuestión prejudicial a Europa, aunque no es descartable que termine ocurriendo.
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Por el momento, Patricia Suárez, conocida en redes sociales como Wonder Woman, e impulsora de la Asociación de Usuarios Financieros (Asufin, antes Asuapedefin), lleva tiempo trabajando en Europa para que se prohíba la comercialización de estas hipotecas y para que se ofrezca una solución conjunta a los afectados, que en toda Europa podría superar el millón de personas.
También el bufete Navas & Cusí está trabajando activamente y ha presentado una queja formal comunitaria denunciando este producto. Pero, para Juan Ignacio Navas, socio director del despacho, este es solo uno de los muchos frentes judiciales que tiene por delante la banca y cuyas ramificaciones llegarán a Europa. Cesiones de crédito, las nuevas hipotecas que se están concediendo sin tener en cuenta la nueva directiva europea o todos los derivados que se han comercializado sin la transparencia exigida también prometen seguir dando batalla en los tribunales.